Muchas personas empiezan a estudiar piano con ilusión, pero al cabo de un tiempo sienten que pierden la motivación . Esto es más común de lo que parece, y tiene mucho que ver con cómo enfocamos el aprendizaje. 1. Expectativas poco realistas Queremos tocar como los pianistas que admiramos en pocos meses. Pero aprender piano es un camino, no una meta rápida. Cuando no cumplimos esas expectativas, la frustración aparece. Consejo: márcate pequeños objetivos alcanzables (tocar una canción sencilla, mejorar una mano, mantener un ritmo constante) y celébralos. 2. Falta de juego y curiosidad Si todo el estudio se convierte en repetir escalas o partituras difíciles, el piano deja de ser divertido. Y lo que no disfrutamos, lo abandonamos. Consejo: dedica un tiempo de tu práctica a improvisar, inventar melodías o simplemente tocar por placer. El piano también es un espacio para explorar. 3. Comparaciones constantes Mirar lo que hacen otros puede inspirarnos, pero también desanimarnos si se...