Ir al contenido principal

¿Por qué se pierde la motivación con el piano y cómo evitarlo?

Muchas personas empiezan a estudiar piano con ilusión, pero al cabo de un tiempo sienten que pierden la motivación. Esto es más común de lo que parece, y tiene mucho que ver con cómo enfocamos el aprendizaje.


1. Expectativas poco realistas
Queremos tocar como los pianistas que admiramos en pocos meses. Pero aprender piano es un camino, no una meta rápida. Cuando no cumplimos esas expectativas, la frustración aparece.

Márcate pequeños objetivos alcanzables (tocar una canción sencilla, mejorar una mano, mantener un ritmo constante) y celébralos.



2. Falta de juego y curiosidad
Si todo el estudio se convierte en repetir escalas o partituras difíciles, el piano deja de ser divertido. Y lo que no disfrutamos, lo abandonamos.

Dedica un tiempo de tu práctica a improvisar, inventar melodías o simplemente tocar por placer. El piano también es un espacio para explorar.


3. Comparaciones constantes
Mirar lo que hacen otros puede inspirarnos, pero también desanimarnos si sentimos que nunca llegaremos ahí.

Céntrate en tu propio progreso. Grábate cada cierto tiempo y verás cuánto has crecido.


4. Estudio sin variedad
Si siempre estudiamos de la misma manera, llega el aburrimiento.

Alterna piezas, ritmos, estilos. Juega con canciones que te gustan y no te limites solo a lo “obligatorio”.


La clave está en recuperar la mirada del niño que juega.
El aprendizaje del piano no es solo disciplina, también es exploración, descubrimiento y disfrute.

Cuando el piano se convierte en juego, la motivación se mantiene viva.


Recuerda, si quieres mantener o reactivar tu motivación, puedes:

  • Tocar música que te emocione: aunque sean piezas sencillas, si te gusta cómo suenan te darán energía para seguir.

  • Plantear retos pequeños y alcanzables: por ejemplo, aprender 4 compases bien en lugar de querer dominar la pieza entera de golpe.

  • Convertir la práctica en un juego: improvisar, inventar variaciones, cambiar el ritmo, tocar con los ojos cerrados.

  • Registrar tu progreso: grábate al inicio y después de unas semanas; verás que sí avanzas aunque no lo notes día a día.

  • Conectar con el disfrute: dedica unos minutos de cada práctica a tocar “porque sí”, sin exigencias, simplemente para sentir la música.


 La motivación no es constante (y eso está bien)

Es normal que la motivación suba y baje. Lo importante es tener recursos para reconectarte con la ilusión cuando baja la energía. Si logras que tu estudio esté vinculado al placer de descubrir y crear, tendrás una motivación más profunda y estable en el tiempo.

No pierdas de vista el juego y la emoción que te llevó a empezar el piano. Si lo disfrutas, avanzarás mucho más de lo que imaginas.

Y si quieres empezar y quieres un libro de piano que te acompañe paso a paso, descubre Mi primer libro de piano y después puedes seguir con Mi segundo libro de piano


Gracias por estar por aquí,

Andrea de Música al Piano
YouTube | Instagram | Web

Comentarios

Entradas populares de este blog

Canciones fáciles para empezar a tocar el piano (aunque no hayas tocado antes)

Una de las formas más bonitas de empezar a tocar el piano es, simplemente, tocando una canción que te guste . No hace falta esperar a saber teoría, ni leer partituras complicadas. Si tienes ganas de tocar, puedes empezar hoy mismo, aunque nunca hayas tocado un instrumento. En este post te comparto una selección de canciones fáciles , pensadas para personas que están empezando. Algunas se pueden tocar solo con una mano, otras usan muy pocas notas; y todas están en mi canal de YouTube . Si no sabes leer partituras, no te preocupes: Las versiones están hechas con sinestesia (teclas iluminadas con colores) para que puedas seguir la música de forma visual. Incluso puedes tocarlas en un xilófono.  1. Canciones con 3 notas A veces basta con aprender solo  tres teclas  para poder tocar una canción completa. Este tipo de piezas ayudan a desarrollar oído, ritmo y memoria, sin necesidad de conocimientos previos. Estas son algunas de las que a veces uso en clase: *Mejor lee la de...

Por qué aprender piano no es solo aprender piano

Cuando pensamos en aprender a tocar el piano, solemos imaginar algo concreto: colocar los dedos en las teclas correctas, leer partituras y lograr que una canción suene bien. Pero en realidad el piano va mucho más allá: además de música, parece que también es un entrenamiento para la vida. ¡Fíjate, sigue leyendo!  Atención y presencia Sentarse al piano es un pequeño acto de presencia. El instrumento te pide que estés ahí, como se suele decir, en cuerpo y alma, escuchando lo que tocas. Si tu atención se dispersa, las notas lo muestran enseguida. Poco a poco, entrenas tu capacidad de concentrarte y de estar presente en lo que haces. Y ese mismo enfoque puedes trasladarlo después a otras áreas de tu vida. Un alumno (adulto) siempre me dice que el piano es un termómetro perfecto: se sienta un rato a tocar el piano y ya sabe cómo está; como un espejo que refleja básicamente lo que hay. Y nos reímos, pero ambos sabemos, por experiencia, que es totalmente cierto. Escucha y sensibilida...

Tocar antes de saber tocar

A veces pensamos que para tocar el piano primero hay que saber muchas cosas: las notas, la postura, la partitura… Pero en realidad, el piano está ahí, esperando que pongas las manos y suene . Incluso si no sabes “nada”, ya puedes tocar. Y no solo eso: ya puedes sentir, escuchar, explorar .  ¿Y si empiezas simplemente tocando? Antes de aprender canciones, ejercicios o teoría, puedes tener un primer contacto muy valioso: Explorar el sonido como un juego. Prueba a tocar una tecla. Solo una. Escúchala. Luego otra. ¿Qué diferencia notas? Combina 3 que te gusten y repítelas como si fueran un pequeño mantra. No hace falta más. Ya estás explorando. Tu primer momento musical Te propongo algo muy simple para empezar hoy, sin saber nada: Siéntate cómodo/a delante del teclado. Respira. Elige 3 teclas que te gusten. Tócalas suavemente, en el orden que quieras. Repite sin prisa, cerrando los ojos si quieres. Observa qué sientes. Escucha sin juzgar. Esto también es toc...